“Ilustre Tecamaquense, músico, compositor,
nacionalista y patriota”
“El Pueblo helénico,
esencialmente idólatra de lo bello y que acostumbraba deificar todas las
grandes ideas, se había apresurado a colocar en el Olimpo de sus dioses a Pan
el de la flauta y Apolo el de la lira”.
(Ignacio M. Altamirano,
Influencia moral de la música)
Felipe de Jesús Villanueva
Gutiérrez nació el 5 de febrero de 1862 en el municipio de Tecámac, Distrito de
Otumba, Estado de México. Sus padres fueron Zenón Villanueva y Francisca
Gutiérrez de Villanueva.
Los primeros conocimientos
musicales los adquirió en su pueblo natal; su hermano Luís y su Primo Carmen
Villanueva lo enseñaron a tocar los primeros instrumentos.
Posteriormente Hermenegildo Pineda, Director
de la Banda de Música del Pueblo, lo inició en algunos principios de
composición y armonía.A la edad de 10 años realiza su primera composición
musical: una cantata épica, “Al Cura Hidalgo”; y al año siguiente compone una
mazurca: “La Despedida”.
Un año después, Felipe Villanueva
es enviado a la Ciudad de México para estudiar en el Conservatorio Nacional de
Música, de donde es rechazado al finalizar el primer curso por considerarle
“Falto de aptitudes” para la música”.Sin embargo, esto no bastó para
desanimarlo, pues comenzó a estudiar por su cuenta y algunas veces con maestros
particulares.Después de vencer algunos problemas en su formación musical,
alterno sus actividades de maestros de música de piano y violín, con el de
instrumentista de orquesta en el teatro.Pero donde finalmente destaca su personalidad
es como arreglista y compositor.
Fueron varios ritmos que cultivó Villanueva y
en sus trabajos se puede apreciar una gran facilidad para la composición.En las
piezas de Salón, la elegancia y el refinamiento adquieren grandes alturas.
Mazurcas, valses, schottisch, popurríes de zarzuela fueron algunos de los
ritmos de moda de su época.De entre sus obras musicales se pueden mencionar:
Vals Amor, Vals Causerie, Danzas Humorísticas, Ana, Un Sueño después del Baile,
Sueño Dorado, su Opera inconclusa Keofar, arreglos de Zarzuela, como el
Molinero de Subiza, El Rey que Rabió, entre otras obras.
Con el inmortal Vals Poético logró representar
musicalmente a México en el extranjero. En el campo de la docencia, Villanueva,
es uno de los renovadores de la enseñanza tradicional italianizante, pero opta
por la música francesa y alemana; en sus composiciones también intenta crear
ritmos con raíces nacionalistas.
Villanueva es considerado por
muchos críticos como el creador de la “Danza Mexicana”, ritmo inspirado en la
habanera cubana, y fue también uno de los primeros precursores del nacionalismo
musical.
Villanueva supo enfrentar la
realidad de su tiempo y llevar adelante su tarea de músico, legándonos así una
gran cantidad de composiciones musicales que son testimonio de una época de la
historia de México.
Una de sus últimas composiciones,
Keofar, quedó inconclusa al sorprenderlo la muerte el 28 de mayo de 1893, víctima
de una pulmonía. El 29 de junio de ese mismo año, sus amigos terminaron y
estrenaron la opera Keofar, en el teatro principal, como homenaje póstumo a su
autor. Actualmente los restos de Felipe Villanueva reposan en la Rotonda de los
Hombres Ilustres de la Ciudad de México.